A través de una experiencia sensorial, motriz y operativa, los participantes pueden identificar las dificultades en el aprendizaje del cálculo; asombrarse de la maravillosa sencillez de la comprensión del mundo tridimensional cuando se manipula objetos concretos; reflexionar sobre la relación enseñanza - aprendizaje, vivida en la escuela y cómo esta se refleja en un conjunto de comportamientos en nuestra vida adulta, que responden a un patrón de conducta donde se manifiesta el poder del que sabe sobre el que no sabe, el dominio autoritario, la competitividad como lo contrario al amor, según Maturana y que nos alejan de nuestro crecimiento interno e impiden o dificultan las interelaciones sociales auténticas, profundas, claras y firmes.

La interacción en un espacio preparado permite procesar experiencias emocionales que reviven momentos inadecuados vinculados al miedo, a la no aceptación, a la calificación, y al castigo, siendo esta la oportunidad para integrarlas en un proceso sanador. El continúo uso del material impulsa la creación y la activación de una red neuronal interna que permite "comprender lo que aprendimos" durante los años escolares, sobre algunas dimensiones de la realidad, es un hecho que los procesos evolutivos demuestran que, un ambiente relajado preparado, permite al organismo descubrir, identificar y crear. El Ser está vinculado con el hacer. Los procesos operativos con el uso de las manos, donde todos los sentidos están interactuando juntos por ejemplo, nos ayudan a comprender las realidades del mundo y nos permiten llegar a procesos de abstracción que incrementan la interconexión e interelación neuronal, puesto que, cuya base es la operatividad y la autonomía como praxis en un ambiente preparado relajado.

invitan a entrar en procesos de auto reflexión-acción, de conocimiento-práctica, que nos acerquen a una praxis real de los principios y postulados del respeto a la vida, en los actos más cotidianos dentro de nuestro hogar y así, sentir en perspectiva real las actitudes, verbalizaciones, acciones y entorno diario que ofrecemos a los niños, para entenderlas, "desaprenderlas" y generar una nueva cultura dentro de nuestro entorno inmediato. En las consultorías familiares, papá y mamá cuentan anécdotas sobre temas específicos como la alimentación, ritmos, agresividad, sexualidad, ambientes, necesidades específicas de la fase de desenvolvimiento de l@s niñ@s de la casa, presencia, comunicación y decisiones, el apoyo emocional a l@s hij@s, relaciones entre herman@s, entre otros muchos aspectos que que nos brindan la posibilidad de viveniar el amor como la aceptación al otro y la presencia como la manifestación concreta de ese amor.

Sobre estos y muchos otros aspectos de nuestro cotidiano, hacemos una reflexión que sustenta en los principios de amor y respeto a la vida. Cuando tomamos consciencia del rol primordial de los padres dentro del complejo proceso de desarrollo del ser humano durante la infancia, la respuesta es de admiración, de entrega e interés por descubrir y afrontar, decisiones que favorecen las relaciones humanas, ubicando las necesidades de los miembros del grupo familiar La pareja desde los múltiples ángulos que representa hablar y practicar un nuevo paradigma, comparte sus inquietudes respecto a los procesos de sus hij@s, desde el origen de la vida, pasando por las etapas infantiles y la adolescencia, lo que puede ayudar a determinar el estado real de las relaciones familiares Mirar el panorama general de las relaciones entre padres e hijos, entre la pareja y con otros miembros de la familia, lleva a visualizar una práctica de relaciones nuevas de aceptación y respeto entre tod@s. Esto incide en la armonía, la comunicación y los estados de ánimo del conjunto familiar con desafíos nuevos, de entrega, aceptación y mucha paciencia.

Son espacios preparados para jóvenes y adult@s donde se puede explorar el mundo mágico tridimensional a través de la operatividad, que significa la manipulación de objetos concretos sensoriales, motrices y congnitivos, como fuente inagotable de conexiones neuronales. Al ser una experiencia sensorial, motriz y operativa permite comprender y reestructurar experiencias relacionadas a la infancia a nivel emocional, mental y espiritual. La toma de conciencia viene a significar una praxis real y es posible gracias a interacciones autónomas "con nuestras manos" en un ambiente relajado. Esta propuesta combina el diálogo y la reflexión sobre las comprensiones entre hacer y el ser.